Recolección de polvo metalúrgico
Reduciendo el riesgo de exposición al polvo de la metalurgia
Pocos procesos de fabricación son más peligrosos para los trabajadores que la metalurgia. Desde el esmerilado hasta el corte por láser, las partículas finas emitidas por estos procesos tienen efectos de gran alcance. La salud de los trabajadores es la preocupación más preocupante, pero estos polvos también ponen en riesgo la salud de la empresa. El incumplimiento de las regulaciones que rodean estos polvos puede dar lugar a multas graves y otros daños. Los polvos también pueden limitar la productividad y la vida útil de los equipos.
Mejorar la calidad del aire debería ser una prioridad importante para los fabricantes. Los polvos metálicos, en particular, requieren atención especial, ya que muchos de ellos son tóxicos y conllevan peligros adicionales. Los estándares regulatorios para estos polvos son estrictos, y algunos se han vuelto más estrictos recientemente, por lo que no hay lugar para la complacencia. Afortunadamente, hay muchas maneras de filtrar este polvo del aire y devolver el aire limpio y con clima controlado de regreso a sus instalaciones.