¿Cómo pueden los problemas de calidad del aire conducir a una explosión?
El mayor problema de calidad del aire que podría provocar un incendio es la acumulación de polvo en el aire o en las superficies de una instalación. Cuando el polvo combustible se combina con el oxígeno en la proporción correcta en un espacio cerrado, es posible una explosión de polvo. Los fabricantes deben tener cuidado de mantener las concentraciones de polvo en niveles suficientemente bajos para evitar esta posibilidad. Un enfoque vigilante de la recolección de polvo puede prevenir incendios y explosiones al tiempo que protege la salud de los trabajadores.
La acumulación de polvo en las superficies es otro problema de la calidad del aire que puede empeorar una explosión de polvo. Durante una explosión de polvo, a menudo la explosión inicial agita el polvo que se ha asentado en una instalación, creando una nueva nube de material combustible que se enciende y provoca una explosión secundaria masiva. Una vez más, el uso de colectores de polvo evita este problema de calidad del aire.