El desafío de la calidad del aire en los humos de soldadura.
Los humos de soldadura producen algunos de los contaminantes aéreos más peligrosos en las instalaciones de fabricación, en la actualidad. El intenso calor creado por un arco de soldadura convierte el alambre de soldadura, el componente principal de los humos de soldadura, y el material base en partículas extremadamente pequeñas, de aproximadamente 0.1 a 0.5 micrones de diámetro. Para comparación, un cabello humano tiene 100 micras de ancho. Estos números son importantes por el tamaño de estas partículas inhaladas. Algunas de estas partículas metálicas son más pequeñas que los virus. Cuanto más pequeñas son las partículas, más fácil se mueven a través de los pulmones y en el torrente sanguíneo.
El mayor peligro de los humos de soldadura se produce cuando algunas de esas pequeñas partículas están compuestas de sustancias extremadamente tóxicas. Las partículas metálicas inhalables son especialmente peligrosas, y el trabajo de la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA) es regular la exposición a estas sustancias. Como todos los fabricantes saben, OSHA establece “límites de exposición permisibles” (PEL) para estas sustancias, a fin de proteger la salud de los trabajadores. El incumplimiento de estas regulaciones conlleva el riesgo de multas, juicios y daños a la reputación. Peor aún, la salud de los trabajadores también podría verse seriamente amenazada.
Los riesgos para la salud derivados de la exposición a humos de soldadura comienzan con la irritación de los ojos, la nariz y la garganta. Una afección más grave, pero común, que resulta de la exposición prolongada es la “fiebre del humo de metal”, que involucra síntomas similares a los de la gripe. Las úlceras estomacales y el daño a los riñones y al sistema nervioso también se asocian con la exposición a humos de soldadura. La exposición a humos que contienen metales tóxicos, como el cromo hexavalente o el manganeso, se asocia con enfermedades aún más graves. Por ejemplo, respirar partículas que contienen manganeso puede causar manganismo, una afección neurológica similar a la enfermedad de Parkinson. El cromo hexavalente es un carcinógeno conocido.