Recolección de polvo de talco
Reduciendo el riesgo de exposición al polvo de talco
El talco es un mineral natural que se usa en innumerables aplicaciones para el consumidor. Los niños en edad escolar aprenden que el talco es el mineral más suave, y cómo obtiene un puntaje de 1 en la escala de dureza de Mohs, y es esta calidad la que contribuye a gran parte de su utilidad. Los enlaces débiles dentro de los cristales de talco hacen que el material se derrumbe formando un polvo fino cuyos granos se deslizan unos sobre otros con facilidad. Además de ser un excelente lubricante seco, el talco se ha introducido en muchos productos domésticos y procesos industriales.
En el hogar, el talco aparece en la cosmética e incluso en la comida. El talco hace que los cosméticos sean más sedosos y untables. Sirve como agente antiaglomerante tanto en alimentos como en productos farmacéuticos. Como “talco en polvo”, es un producto de cuidado personal ampliamente utilizado, conocido por sus cualidades astringentes y de secado. (En la actualidad, en los medios de comunicación populares se discute un posible vínculo entre el polvo de talco y el cáncer, pero la evidencia científica aún no ha confirmado una conexión. Este problema no es relevante de inmediato para las preocupaciones industriales sobre el talco).
En procesos industriales, el talco aparece en la producción de plásticos, cerámica, papel, caucho y más. El talco presta blancura a los plásticos y sirve como un buen relleno. En cerámica, el talco permite reducir las temperaturas de cocción y también proporciona a la cerámica una mejor expansión térmica. El talco se utiliza en la fabricación de papel para reducir la fricción de la superficie entre las hojas y mejorar la forma en que la tinta se adhiere a una página. En el caucho, el talco mejora la resistencia a la radiación UV y mejora la capacidad de moldeo.