Recolección y ventilación para polvo por pulverización térmica
Porque el polvo de pulverización térmica conlleva riesgos peligrosos que pueden controlarse
Los trabajadores involucrados en procesos de pulverización térmica enfrentan serios riesgos. Este proceso, también conocido como metalización, rociado por llama, rociado de metal y revestimiento duro, implica fundir el metal y rociarlo sobre una superficie para formar un revestimiento. Esto es útil para agregar resistencia a la corrosión en las superficies, acumular piezas desgastadas y otras aplicaciones. Cualquier situación que incluya calor extremo y metal fundido requiere precauciones, pero los trabajadores que realizan pulverizaciones térmicas a menudo no están protegidos en la medida en que lo están los trabajadores de otros campos peligrosos, como los soldadores.
La pulverización térmica a menudo se realiza en espacios cerrados en lugares de trabajo que carecen de ventilación y recolección de polvo adecuadas. El intenso calor aplicado al material de la fuente metálica, ya sea a través de oxicombustible, arco de plasma u otros métodos, rompe el metal en pequeñas partículas que pueden tener un diámetro inferior a una micra. Cuanto más pequeña es la partícula, más peligroso es el polvo o los humos. El rociado térmico es particularmente peligroso para los trabajadores porque cada partícula se hace en el aire. Un método eficaz de recolección de rociado térmico es crucial para cumplir con las regulaciones y garantizar la seguridad de los trabajadores.