¿Cómo comienzan los incendios de los colectores de polvo?

Las causas de los incendios en los colectores de polvo se resumen muy bien en el “triángulo de fuego”. Este gráfico incluye los tres componentes principales de un incendio: una fuente de combustible, oxígeno y calor.

Desafortunadamente, un colector de polvo reúne dos de estos elementos de manera muy eficiente: combustible y oxígeno. Muchos polvos y humos encontrados en las instalaciones de fabricación son combustibles. Si la calidad del aire se controla adecuadamente, es probable que estas sustancias estén siendo correctamente introducidas en los colectores de polvo. Esto, junto con el medio filtrante, es el combustible. Un flujo de aire constante a través del colector de polvo asegura que el oxígeno esté siempre presente, también. Todo lo que queda para producir un incendio es una fuente de calor o ignición.

Las fuentes de ignición no suelen ser difíciles de encontrar en las instalaciones de fabricación. Los procesos como la soldadura, el esmerilado y el corte de metales producen una corriente constante de chispas, cualquiera de las cuales podría iniciar un incendio. Si estas chispas no se extinguen antes de que lleguen al medio filtrante, podría producirse un incendio.