¿Cómo hago que mi calidad de aire sea probada?

Las auditorías de calidad de aire se llevan a cabo mejor por profesionales con licencia. Estos son usualmente higienistas industriales que entienden los procesos de fabricación, las regulaciones, la recopilación de datos, los efectos en la salud y otros criterios relevantes.

Las auditorías de calidad del aire son exhaustivas y científicas. Lo más probable es que el auditor instale monitores en todas sus instalaciones para medir los contaminantes. Estos sensores estarán a unos pocos pies del suelo, alrededor de la altura de la zona de respiración y se extenderán en un patrón que recolectará muestras representativas de aire de toda la instalación. Los monitores también se pueden adjuntar a los trabajadores seleccionados para medir sus exposiciones. Estos monitores se pegarán a sus uniformes, no muy lejos de su cabeza para recoger aire cerca de la zona de respiración.

Después de recopilar muestras y datos durante un cierto tiempo, el auditor los retirará para su procesamiento. Las muestras se analizarán para determinar qué sustancias estaban en el aire. Los auditores procesarán los números y prepararán un informe completo sobre la calidad del aire.

Tener una auditoría de calidad del aire realizada profesionalmente por una fuente independiente es valioso por muchas razones:

  • Primero, puede hacerle saber si su instalación es segura para los trabajadores.
  • En segundo lugar, si carece de calidad de aire en un área u otra, la auditoría puede ayudarlo a desarrollar una estrategia para mejorarla. Por ejemplo, la calidad del aire que está ligeramente fuera del cumplimiento de las normativas exige una solución muy diferente a la del aire que está radicalmente fuera del cumplimiento.
  • Tercero, si la calidad del aire es excelente, es bueno tener eso documentado. Le da algo para presumir a nuevos reclutas. También es bueno tener en caso de problemas legales, en caso de que surja alguno.
  • En cuarto lugar, si la calidad del aire es adecuada pero no excelente, permite que todos sepan que el problema debería estar en su radar.

Tomar medidas para mejorar la calidad del aire no sólo es excelente para la salud y la productividad de los empleados, sino que también lo ayuda a prepararse para cualquier cambio regulatorio que pueda ocurrir. Siempre es mejor hacer inversiones cuando las desee, en lugar de que otros le digan que necesita hacerlas.